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En el momento en que el pistoletazo de salida marcaba el inicio del Ibiza Marathon, tanto participantes como el público, sabían que la tarde iba a terminar de la mejor manera posible. Atrás quedan los sufrimientos, entrenamientos, disciplina y momentos de dudas de cada corredor. Porque la satisfacción personal es una victoria única e interior. Y al final, una fecha en el recuerdo: Sábado 7 de abril de 2018.

Tras la primera edición se escuchó a los corredores y la isla no ha podido tener mejor estreno de circuito. Una nueva y espectacular salida desde el puerto de Ibiza, un excelente paso por Santa Gertrudis, una inmersión por el corazón rural de la isla y como no, la gran llegada a meta a escasos metros del mar ubicada en la playa de Santa Eulària des Riu.

Así pues, en el momento en que Philip Tirop Lagat rompió la cinta de meta del Ibiza Marathon, las pocas dudas que quedaban se despejaron de golpe. Tres minutos de rebaja en la marca del circuito – homologado por la RFEA–  suponen un gran aliciente deportivo y la confirmación de que, en Ibiza, también se puede correr un maratón.

A partir de este momento, la línea de meta nos dejó múltiples historias que no hacen más que engrandecer este maratón y todo lo que le rodea. En el pelotón la competencia crece y de ello puede dar testimonio Toni Buitre, quien luchó hasta el final para dejar bien alto el cetro de mejor maratoniano de Ibiza y completar el pódium absoluto de la distancia de Filípides, un bronce que sabe a gloria.

Por su parte, en féminas irrumpió la ucraniana Maryna Shapovalova, que dejó atrás todas las perseguidoras y marcó diferencias notables con el resto de maratonianas. Entre ellas Natacha López, que no tuvo su día. Pese a la adversidad, la valenciana tiró de pundonor y garra para cruzar la meta y proseguir con su reto. 15 maratones en un año no es tarea fácil pero su compromiso con la causa de la lucha contra el cáncer fue motivo suficiente para sobreponerse.

Y por supuesto, si algo quedaba en baúl de las emociones, el Ibiza 12K se encargó de desempolvarlo. La italiana Ilaria Tersigni volvió a demostrar que es una corredora rapidísima y que es capaz de bajar su propia marca en la distancia. Por su parte, Annas Bouras – ganador de la primera edición- tuvo que conformarse con ser tercero. Y es que se encontró con una piedra en el zapato como fue Toni Franco, quien aterrizó en Ibiza y le arrebató el cetro de ganador de una 12k que gusta, permite correr rápido y arrastra participantes a raudales.

También las historias anónimas tuvieron su momento, del primer al último clasificado. Celebraciones de cumpleaños inesperadas, corredores con más de 260 maratones a las espaldas, runners debutantes en la distancia y sueños, muchos sueños cumplidos al cruzar la línea de meta.

Las calles de Ibiza, Santa Gertrudis y Santa Eulària des Riu se llenaron de vecinos, visitantes y acompañantes para vivir de cerca el maratón, el 12K y en definitiva, todo lo que acompaña a este evento, que si algo tiene es animación en carrera y un buen ambiente que contagia a todos los presentes.

Pero lo más importante es que la isla de Ibiza tiene un evento que en solo dos ediciones está demostrando que puede dar muchísimo de sí. Pernoctaciones, restauración, ocio y deporte se han unido de la mano en unos días intensos de actividad social y deportiva, pero llenos de satisfacción.