Abel es un joven vasco que lleva desde 2003 corriendo maratones, y que este año no se ha querido perder la oportunidad de participar en el primero celebrado en la isla de Ibiza, en la edición inaugural del Ibiza Marathon. Además, no ha dudado en participar como tiene costumbre: ataviado con un disfraz de Spiderman que le acompaña en cada carrera en la que participa desde su debut con tan solo 15 años.
Abel Fernández empezó a correr en su adolescencia: “La primera vez que corrí fue en una carrera que se hace a favor del Euskera (korrika) y que recorre todo Euskal Herria recaudando fondos para seguir fomentando esta preciada lengua”. Además, por este motivo, durante su participación en el Ibiza Marathon llevaba un peto que identifica a esta carrera que terminada justo el día de la cita en la isla. Desde esa primera experiencia con tan solo 15 años, Abel no se ha alejado del asfalto, y tras debutar en la distancia en la maratón de Vitoria en 2003, actualmente acumula 56 maratones corridos, incluido el de Ibiza el pasado 8 de abril.
Entre todas sus participaciones en maratones, Abel se queda con el de Valencia: “Me parece el más bonito por el clima, la gente y la paellita”, añade haciendo un guiño a la ciudad del Túria, mientras que reconoce que algún día le encantaría poder correr por la Gran Manzana y participar en el Maratón de Nueva York.
Pero si hay una actividad relacionada con el running que verdaderamente llena a Abel es la que realiza junto con la asociación Montes Solidarios, una entidad privada sin ánimo de lucro que se dedica a la promoción y organización de actividades de montaña dirigidas a personas con diversidad funcional y de la que Abel forma parte como guía de montaña para ciegos, con el objetivo de que estas personas puedan “cumplir su sueño e ir al monte o correr alguna carrera, ya que contamos con barras direccionales, para el caso de las personas ciegas, y sillas especiales para hacerlo posible para personas con movilidad reducida”, apunta.
Abel participó en el Ibiza Marathon con su ya habitual disfraz de Spiderman que le acompaña en cada prueba y gracias al cual la gente ya le identifica como “Spiderabel”. Además, señala que lo lleva porque le transmite “mucha energía ver la sonrisa de la gente, en especial de los niños, para que vean el deporte de otra manera y les entre el gusanillo para practicarlo”, sentencia.
Tras animarse a participar por añadir un nuevo maratón a su lista y conocer mejor la isla, Abel señala que le encantó el trato recibido y las playas de la isla. Asimismo, afirma que tras acabar la prueba aun le quedaron fuerzas para “romperme a bailar en Pacha” en el evento que la misma organización de la carrera preparó para todos los participantes.
El corredor ya está animando a más gente para participar el próximo año y confirma que le gustaría volver en la próxima edición: “Sería la bomba que me hicieran un descuentillo, como se invita a gente de élite, por qué no a Spiderman para alegrar y motivar el maratón”, bromea Abel.
